viernes, 26 de abril de 2013

Por la Acción Desinteresada



Saludos mis estimados anarquistas sin tonterías,

De nuevo habría de disculparme por la improductividad a la cual he sometido a este espacio mío desde donde os obsequio con reflexiones bárbaras a cada cual más tenaz y acertada, pero lo cierto es que no he considerado que tuviera ningún tema sobre el cual mereciese la pena comentar algo; sobre todo ya hay mucho escrito, y antes de ponerse manos a la obra uno ha de cuestionarse a sí mismo si no hubiera sido mejor callarse. Al fin y al cabo, todo lo que hacemos y decimos tiene el potencial de influenciar a otro, y más nos valdría estar entonces satisfechos con el modo en que vamos a hacerlo o, en caso contrario, estar abiertos a, simplemente, dejarlo estar.

Pero aquí estoy de nuevo, reflotando esta bitácora desde los anales perdidos y polvorientos de vuestros estantes virtuales, proponiéndoos una nueva serie de retos los cuales, quizá, nunca se os han ocurrido a vosotros, al menos no del modo en que voy a plantearlos.

Comenzaremos por uno de estos retos, el que llamo la "acción desinteresada".

La acción desinteresada no consiste necesariamente, como nos hemos acostumbrado a creer, en ayudar al prójimo sin esperar nada a cambio. Esto sería reducirla a la mínima expresión, y puede esperarse de nosotros, seres nacidos y crecidos en un contexto brutalmente capitalista, que santifica el lucro como el más alto de los valores, y propone el valor de cambio (y no el de uso) como la medida de todas las cosas; pero hay un mundo rico y diverso más allá de este conjunto de despropósitos sobre los cuales se sostiene nuestro sistema económico, y es precisamente este mundo el que nos revela la acción desinteresada. 

Esta acción desinteresada, como espero haberos aclarado, no se centra pues en la caridad, ni siquiera en el prójimo, sino que apunta desde uno mismo hacia todas las cosas. Vivir de un modo desinteresado consiste, por tanto, en moverse hacia los acontecimientos como persiguiéndolos, cual guerrero implacable hace con sus enemigos, por la sencilla razón de que parecen llamarlo a uno. Burlar el pretexto de la excusa como quien no ve en ella más que obstáculos que no buscan sino entorpecer el propio paso, y oponerle por contra una actitud vitalista que propugne la pureza de corazón, la preservación de lo inmaculado del alma, la inocencia o, como dirían esos también barbarísimos angloparlantes, el I don’t give a fuck

Sí, mis entusiastas macarras, he ahí lo importante: saber encarar la vida con alegría y ganas, haciendo gala de un espíritu aventurero, que se atreva a despachar con crudeza a los dos peores enemigos que conoce el género humano: la desidia y la auto-complacencia. 

Si te surge un evento, una misión o un desafío, no te plantees tanto el hecho de si ganarás algo, lánzate a por ello, aunque sólo sea por la experiencia. Y así verás como a ésta le acompañan siempre un conjunto de cosas, a menudo incluso recompensas, que no te hubieras imaginado y que nadie era capaz de predecir con seguridad.


¿Qué saco yo haciendo esto?
En términos materiales nada pero, ¿y lo bien que me lo paso?

Esto que digo se aplica también, faltaba más, al tema de las relaciones sentimentales (que comentaba en uno de mis anteriores escritos), por cuanto sostengo que las más bellas de las mismas no surgen de un modo premeditado y ávido de algún beneficio inmediato (ya sea de satisfacción de alguna carencia emocional, sexual, de auto-estima, o de una combinación de todas ellas), sino por el contrario esas que uno no se espera, que le pillan de improviso como lo hacen los asaltantes de caminos con las caravanas, y es que una vez comienzan, el éxito de su afán es inevitable, y se produce casi por inercia. Es lo que los charlatanes y vende-libros, esos tanto profesionales como aficionados que tanto abundan en el sector de la literatura de auto-ayuda, denominan tener al universo de nuestra parte (conspirando y todo eso).

Yo, como irreductible destructor de imperios, y hombre libre en la medida de mis posibilidades, me niego a aceptar que uno haya de merecerse los favores de alguna entidad superior, ya sea divinidad o influjo cósmico (al margen de cómo mosquean a Crom los pusilánimes, con los cuales no tiene piedad en absoluto y sobre quienes descarga su más espantosa ira). 

Más bien pienso que los conformistas, los cobardes y los canallas, aquellos que no se esfuerzan sino es por una ganancia obvia, y para saciar ya sea sus ansias económicas, sexuales o sus estómagos, aniquilan sin pensarlo siquiera toda posibilidad de asombro, de sorpresa, de maravilla o milagro, y se condenan a la peor existencia de todas: la muy predecible.

Esto es todo lo que tenía que decir por ahora, os agradezco vuestra atención, mis más audaces e impenetrables anarquistas sin tonterías, viva la anarquía sin tonterías… ¡y alabado sea el trono sangriento de Crom!

7 comentarios:

  1. ¡Al fiiiiiiiiiiin!!!... Y ahora a leer lo que has escrito. :D

    ResponderEliminar
  2. Pero que la acción desinteresada no se haga por "¿y lo bien que me lo paso?", si no, dejará de ser desinteresada.

    ResponderEliminar
  3. Se tiene que hacer. ¿Por qué? No se sabe. Porque sí y punto.

    ResponderEliminar
  4. Me ha venido muy bien hoy a mi tu reflexión.. ya ves. Gracias, pues.

    ResponderEliminar
  5. Quizá somos cuencos vacíos, ¿y qué interés propio puede tener un cuenco vacío? Ninguno, el cuenco es una herramienta, así que somos utilizados.
    Vacíate y serás llenado, dice el Tao Te King... ¿por qué fuerzas? me pregunto yo. El Tengu me elije a mí, yo no puedo atraerlo, ni rechazarlo. Atraemos lo que deseamos, pero si deseamos es porque dicha fuerza nos desea a nosotros. Los dioses nos observan desde donde quiera que estén, y si nos vaciamos acudirán a llenarnos. Los animales son cuencos vacíos, pero al comer la fruta prohibida, el animal humano abrió las puertas a los dioses, los espíritus y los demonios.

    ResponderEliminar
  6. ¡Por Crom! ¡Con ganas de saber de ti, cimerio!

    ResponderEliminar
  7. Buenas! he encontrado tu post surfeando por internet acerca de blogs que traten el tema del anarquismo primitivista. Teniendo en cuenta tu post que leí y que veo que te gusta bastante la ficción, creo que podría interesarte mi blog (http://eltestamentodeenkidu.blogspot.com/). Sorry por el spam, pero quizá podamos hacernos publi mutua.

    Saludos!

    ResponderEliminar